lunes, 30 de abril de 2012

Stop crímenes de odio (Canal UNED)

 

 Las actitudes y conductas racistas, xenófobas y de intolerancia criminal han aumentado en los últimos años. Esta desgraciada tendencia se ha extendido por toda Europa. Para responder a esta situación se presenta el proyecto “Stop crímenes de odio”, una iniciativa de varias instituciones, entre las que destacan la UNED y Movimiento contra la Intolerancia, que nace para orientar y sobre todo evitar el desarrollo del odio entre personas. 

Participan: 
Esteban Ibarra. Presidente de Movimiento contra la Intolerancia; Elvira Tejada. Fiscal de sala coordinadora contra la criminalidad informática; Amparo Sánchez Rossel. Presidenta Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia; Miguel Ángel Aguilar. Unión Progresista de Fiscales; Carmen Quesada. Profesora titular Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales.

lunes, 23 de abril de 2012

Estar yendo. Un viaje atravesando fronteras (Radio UNED)


SINOPSIS: 
Dentro del Seminario permanente sobre mujeres y literatura, se ha celebrado un coloquio internacional que uniera estos dos elementos con las migraciones de mujeres. Marina Sanfilppo su subdirectora nos explica en que consistió y Nora Levinton nos habla acerca de Las perlas rojas de Alicia Dujovne y nos dice lo que es "Estar yendo": un viaje atravesando fronteras.

PARTICIPANTES: 
  • Marina Sanfilippo, profesora de Italiano. 
  • Nora Levinton Dolman, Psicoanalista.

Las consecuencias de negar la sanidad al inmigrante irregular


Gonzalo Fanjul lleva más de veinte años dedicado al activismo contra la pobreza desde España, Perú y Estados Unidos. Colabora como investigador con diferentes think tanks, universidades y ONG, lo que nos va a permitir contar con las aportaciones y la complicidad de un buen puñado de expertos repartidos por todo el mundo. @3500M está coeditado con Lucila Rodríguez-Alarcón.


En ocasiones no es cuestión de ideología, sino de líneas rojas. Las mías fueron traspasadas ayer con la decisión de negar a los inmigrantes en situación irregular el derecho a la salud.
El Gobierno justifica su decisión en el ahorro de 500 millones de euros del gasto sanitario. Eso es, sencillamente, imposible de saber. En primer lugar, el número de extranjeros que residen irregularmente en nuestro país es enormemente vaporoso. En segundo lugar, la imposibilidad de ser atendidos en la red de asistencia primaria podría llevar a muchos de ellos a recurrir a los servicios de urgencias, que ya actúan por encima de sus posibilidades. En tercer lugar, la 'desaparición' sanitaria de una población de esta envergadura puede generar problemas de salud pública cuya resolución compense en gran medida el ahorro que se pretende hacer ahora. Un ejemplo: España es en este momento uno de los países desarrollados con mayor número de enfermos de tuberculosis, una enfermedad con variantes extremadamente peligrosas que se concentra en algunos grupos de población inmigrantes.
El recurso al argumento del 'turismo sanitario' es una infamia. Como demuestran todos los trabajos serios que se han asomado a este asunto, la mayor carga relativa de los extranjeros para nuestro sistema de salud tiene apellidos alemanes, británicos y franceses, no latinoamericanos o africanos. Es una consecuencia simple de la edad de los inmigrantes irregulares y de su temor a exponerse a cualquier tipo de autoridad. Y si no pagan más impuestos (porque contribuyen con los indirectos, señora Ministra) es porque nosotros se lo impedimos. Estudios sobre el coste de la rigidez del sistema migratorio en el Reino Unido demostraron que el Estado perdía más de 1.000 millones de libras anuales al mantener en la irregularidad a una población de trabajadores más pequeña que la nuestra.
Ningún ahorro económico compensará el modo en el que esta medida envilece a nuestra sociedad y a nuestras instituciones públicas. Estamos convirtiendo en un infierno de incertidumbre y vulnerabilidad la vida de cientos de miles de hombres, mujeres y niños que llegaron a nuestro país para trabajar y prosperar. Seres humanos que conviven con nosotros, a menudo en nuestras propias casas, padecen una ciudadanía de tercera clase.
La medida es cobarde porque se dirige contra aquellos que no pueden defenderse. Por eso es absolutamente esencial que quienes tenemos la capacidad de levantar la voz lo hagamos ahora. La oposición debe expresar con claridad lo que esto significa. La Conferencia Episcopal no puede mantener por más tiempo esta tibieza bochornosa (son sus propias organizaciones y fieles los que trabajan en las trincheras de la política migratoria, defendiendo la dignidad de nuestras comunidades). Los médicos, los enfermeros y enfermeras, el personal de administración de los centros de salud: rebélense contra esta medida. Niéguense a cumplir una ley que atenta contra la naturaleza de su profesión.
No permitamos que esto ocurra. No admitamos la derrota del sentido común y de la compasión en nuestras conversaciones en el trabajo, en los colegios de nuestros hijos, en las reuniones con amigos. No aceptemos que, tratando de no ser una sociedad pobre, nos estamos transformando en una sociedad estúpida y cruel.

jueves, 19 de abril de 2012

Una bomba de relojería en la Francia de los barrios

Un grupo de hombres busca empleo en La Courneuve, en París.
“April in Paris, chesnuts in blossom…” han cantado romántica y sensualmente Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong y tantos otros en uno de los más sublimes himnos a la ciudad del amor, que se tiene a sí misma por la más bella del mundo. Sexys y cálidas sensaciones sobre “abril en París, castaños en flor…” que ha comprado el universo mundo sobre la Ciudad de la Luz y que saltan por los aires justo en la periferia de la capital. En Clichy-sous-Bois, sin ir más lejos, la localidad deprimida foco de la insurrección popular del otoño de 2005 que durante tres semanas cortó el aliento a Francia y ofreció al orbe una imagen muy distinta a la de la armonía y el bienestar que la Francia de la libertad, la igualdad y la fraternidad gusta de presentar como singular etiqueta gloriosa.
Seis años y medio han pasado desde entonces, la mayor revuelta vivida por el país desde mayo del 68, unas jornadas en las que por toda Francia resonó el “morralla” con que el estridente Nicolas Sarkozy, a la sazón ministro del Interior, etiquetó a los jóvenes sin oficio, beneficio ni expectativas que protagonizaron aquel espontáneo alzamiento popular sin líder ni programa que convirtió a barriadas de todo el país en una tea.
“No han cambiado mucho las cosas desde la revuelta social de 2005, excepción hecha de la renovación urbana. No se ha tratado del lado humano. Es intolerable dejar que problemas existentes desde hace décadas, con Gobiernos de izquierda y de derecha, se acumulen sin que se les dé respuesta”, protesta Mohamed Mechmache, presidente y fundador de la asociación AC LeFeu, un afortunado nombre que fonéticamente suena como “Basta de fuego”, lo que define los objetivos de la entidad, y que en realidad responde a la iniciales de Asociación Colectiva Libertad Igualdad Fraternidad Juntos Unidos.
La sede de AC LeFeu es un chaletito de fachada amarilla sobre cuya entrada exterior luce una pancarta: “Ministerio de la crisis de los barrios”. “Lo hemos creado este años para se hable del asunto. Somos los indignados”, señala Mechmache. La asociación y el ministerio están justo al lado del Chêne Pointu, el barrio en que estalló todo en octubre de 2005 como consecuencia de la muerte de dos adolescentes, Zyed, de 17 años, y Bouna, de 15, electrocutados en el transformador en que se habían refugiado huyendo de una persecución policial. El retrato de ambos recibe al visitante. “Aquí se les recuerda constantemente, con la idea de que su muerte no haya sido inútil”, explica el presidente, un optimista de la voluntad.
Mechmache desgrana las calamidades del lado humano de la endémica crisis en Clichy-sous-Bois: “paro de más del 45% entre los jóvenes; gente sin vivienda y a la que no le llega para comer; creciente abandono escolar; cada vez mayores problemas sanitarios; cada vez menos acceso a la cultura”. La asociación está movilizada en estas fechas electorales con un doble objetivo: lograr el máximo número de firmas para un memorial de agravios, con sus soluciones, que presentar a los candidatos (han hecho un Tour de Francia y dicen tener ya 75.000 firmas recogidas) y convencer a los vecinos de que este domingo y el próximo 6 de mayo, en la segunda y definitiva vuelta, acuda a las urnas.
En las anteriores presidenciales, las de 2007, de Sarkozy contra la socialista Segolène Royal, la abstención fue apenas del 15%, tasa sorprendentemente baja que conocedores del contexto atribuyen a la frustración popular de entonces: Clichy-sous-Bois y sus 30.000 habitantes quisieron responder al Sarkozy de la morralla.
El presidente no ha acudido en esta campaña a Clichy, aunque ha visitado alguna otra localidad de las inmediaciones, pero si lo ha hecho su principal rival, François Hollande. “Las heridas [de 2005] no han cicatrizado y no creo que la calma aparente que se percibe sea consecuencia de que se ha encontrado una solución”, dijo el otro día el candidato socialista. Diagnóstico certero y palabras blandas que no inspiran a los potenciales electores, sumidos en el desinterés, la desesperanza y en el desprecio por los políticos “que hablan mucho y no hacen nada”, según Ayse, un vecina de Chêne Pointu.
El Gobierno, que ha querido convertir a Clichy-sous-Bois en un escaparate de lo que hay que hacer en entornos urbanos difíciles, tiene ambiciosos planes de infraestructura para la localidad, más allá de la renovación urbana que supone derribar altos bloques de viviendas insalubres y realojar a los vecinos en otras de nueva construcción y cuatro plantas de límpido diseño. “Pero el metro y otras cosas son para dentro de muchos años, se habla de hasta 2023, y la gente tiene que comer hoy”, apunta otra mujer, de origen antillano, que no quiere dar su nombre.
“Yo no voy a votar. No confío en nadie. Dentro de tres o cuatro años las cosas van a estar peor”, comenta Ayse, de origen turco, divorciada de 34 años y con empleo fijo. “Voté en 2007 porque entonces tenía confianza, pero ya no”. Ayse vive con sus padres en uno de los bloques a los que nunca parece llegar la prometida renovación. “Si empezara a hablar de los problemas que tenemos tendría hasta mañana. El primero es el de los ascensores”. La familia vive en un octavo, al que a veces tampoco llega el agua caliente. “Mi madre no puede salir de casa, porque no puede subir tantas escaleras. Ha habido gente que se ha roto las piernas en las escaleras. Lo más importante son los ascensores, los ascensores”, dice con obsesiva repetición. “Que pongan ascensores”.
Y no es que no haya otros problemas en esos pisos alquilados a razón de 950 euros por dos dormitorios y un cuarto de estar y otros convertidos en pisos-patera por propietarios sin escrúpulos que hacinan en habitaciones a precio de oro a familias enteras. “Aquí hay muchos chicos jóvenes sin hacer nada. A veces se quedan en los portales y tenemos problemas hasta para entrar en casa”, prosigue Ayse. “Antes quemaban los coches y nada más. Pero ahora destrozan pisos vacíos o roban en otros. Cada vez que salgo, tengo miedo de lo que me voy a encontrar cuando vuelva. Aquí puede volver a pasar cualquier cosa en cualquier momento”.
“Esta ciudad está en ruinas”, apunta Imen, la panadera del centro comercial, francesa de 20 años y raíces tunecinas que se cubre la cabeza con el velo islámico. No vive en Clichy-sous-Bois y lleva algo más de un año con el negocio. “Es impresionante. Todavía me sorprende la miseria. Aquí hay gente compra el pan a crédito. 80 céntimos la barra”.
La panadera, vivaracha y muy despierta, lo tiene claro: “La política es una gran estafa”. La del domingo sería su primera ocasión de votar, pero pasa de las urnas. “No voy a votar. Yo soy francesa, nacida, por cierto, en Neuilly-sur-Seine”, la distinguida localidad junto al Sena parisino de la que Sarkozy fue alcalde, “y me siento francesa, pero la gente, Francia, no me ve como francesa por llevar el velo. Mi voto no cambiaría nada. Aquí se habla mucho de libertad, igualdad y fraternidad, pero son sólo palabras sin aplicación práctica”.
Es la misma idea que tiene Christian, de piel color café, 39 años y padre de una cría pequeña, que espera en la peluquería y se define de clase media porque entre él y su mujer meten 3.000 euros todos los meses en casa. “No me interesa la política y me desagrada el espectáculo de los políticos. No voy a votar”, dice quien si lo hizo antes. “A mí la República no me beneficia en nada”, se lamenta porque el nivel de renta, con la que vive de alquiler, le priva de ciertos beneficios. “Hay libertad, pero yo querría ver más igualdad. Y la gente es cada vez más egoísta”.
“Holiday tables under the trees” cantan Ella Fitzgerald y Louis Armstrong en su versión del ideal abril parisino de enamorados y turistas con “mesitas en las terrazas bajo los árboles”. Christian tiene otra letra y no está para músicas: “Aquí la gente anda preocupada con lo que va a pasar mañana: el trabajo, qué comer, qué será de los hijos”.

Publicado en la Edición Digital del Diario El País por Ricardo Martinez de Rituerto.

Adiós a la "medicina" de la inmigración

Durante la última década la población empadronada ha crecido de un modo vigoroso. Si bien el exceso se ha debido a la inyección migratoria y, apenas cabe achacarlo a la salud natural. Pero con los datos del último año en la mano, la crisis ha consumido la medicina inmigratoria y se ha revertido la tendencia. El hecho es que la población se ha estancado y, a lo largo de todo un año, apenas hemos sido capaces de sumar 22.500 residentes. Esta escasa ganancia se debe que aumentan los españoles y disminuyen los extranjeros. Para complicar más la cosa, no sólo aumentan los españoles (62.944) si no que también lo hacen los extranjeros comunitarios (45.494). Y, entonces ¿quiénes disminuyen? Pues los extranjeros no comunitarios (-85.941), que son los que han desaparecido de las cuentas del Padrón.
A resultas de lo cual, la reducción del censo extranjero es leve (40.447) pero significativa, y más por lo que sugiere que por lo que confirma. Sugiere que aumentan los españoles y que hay más emigración que inmigración. No es arriesgado aventurar que esa tendencia se acentuará porque como alternativa a las dentelladas de la crisis un extranjero puede irse pero también puede protegerse mediante la naturalización. Así que una parte del aumento de los españoles se debe a la adquisición de la nacionalidad por lo mismo que una porción de los españoles que se van son de origen ecuatoriano, argentino o venezolano. Pero el padrón también confirma que se está produciendo una lenta redistribución regional de los foráneos por el interior de España. Pues las cinco CCAA con una proporción mayor de extranjeros pierden población, mientras que las cuatro donde menos peso tenía la extranjería suman efectivos.
Otro dato interesante de este avance del padrón es que por un lado disminuyen los extranjeros mejor aceptados y, por el otro, aumentan los más rechazados. O lo que es lo mismo, menguan los ecuatorianos, colombianos, bolivianos, peruanos y argentinos, mientras medran los rumanos, paquistaníes, marroquíes y chinos. Pero recuerde el lector que menguar no equivale a emigrar ni tampoco medrar necesariamente significa inmigrar. No en todos los casos y no por igual. Porque quizás los rumanos que se empadronan al alza no se encuentren aquí y en realidad estén circulando por la Unión Europea o yendo y viniendo de aquí para allá. Por lo mismo, es probable que no hayan retornado tantos ecuatorianos y colombianos como parece y que algunos de los españoles que se van sean de origen inmigrante.
En otras palabras, Latinoamérica se aleja o se nos mete dentro, según se mire. Se aleja si pensamos en que son latinoamericanos los que han salido de España en el último año, pero se adentra si imaginamos que hay menos extranjeros y más españoles porque algunos de esos latinoamericanos se han naturalizado. De todo hay. Lo único cierto es que la crisis ya ha empezado a alterar la dinámica migratoria y, para cuándo se cierre, también se habrá modificado el panorama de la extranjería en España. Unos se habrán ido, otros se habrán quedado pero como españoles.


Perspectivas psicológicas sobre terrorismo islámico (Radio UNED)


Sinopsis: 
Aportaciones de la psicología social a la explicación, análisis, intervención y prevención del terrorismo islámico. La dimensión transcultural y la conciencia de transculturalidad son factores esenciales para conseguir una verdadera integración de los inmigrantes de religión musulmana, evitar su reclutamiento para movimientos radicales extremistas, favorecer la convivencia de las fuerzas de ocupación extranjeras con los ciudadanos de los países intervenido.

Participantes: 
  • J. Francisco Morales Domínguez, catedrático de Psicología Social (UNED).
  • Saulo Fernández Arregui, profesor Dpto. Psicología Social y de las Organizaciones (UNED). 
  • Humberto Trujillo Mendoza, investigador experto en radicalismo, (Universidad de Granada).

Percepción de discriminación en diversos grupos de inmigrantes en España. Un estudio cualitativo (Radio UNED)



Sinopsis:
Se presentan los datos mas significativos de una investigación sobre cómo perciben y afrontan la existencia de discriminación tres grupos de inmigrantes: latinos, rumanos y magrebíes. El estudio forma parte de un proyecto más amplio financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, titulado “Estigma social y prejuicio: efectos y formas afrontamiento por parte de diferentes colectivos estigmatizados”, en el que
participan varios investigadores de la Facultad de Psicología de la UNED.

Participantes: 
  • Fernando Molero Alonso, profesor del Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones. 
  • Cristina García Ael, investigadora.

lunes, 16 de abril de 2012

Un continente infeliz (del blog: África no es País)

Articulo publicado por: Chema Caballero en el blog, "África no es un País".

“Se ve que son muy pobres, pero la sonrisa de los niños nos muestra los felices que son aquí, ya quisiéramos nosotros ser tan felices como ellos”. ¿Quién, viviendo en África o enseñando las fotos de sus aventuras, no ha tenido que oír esta afirmación u otras similares? El tópico de la felicidad de los negritos -son felices con lo poco que tienen- parece no ser verdad. Todo indica que, también en esto, nos tenían muy engañados. O al menos, así lo ponen de relieve unos expertos que han demostrado que los países menos felices del mundo están en África subsahariana.

Niñas sonriendo. Foto Dominio público

Un informe titulado World Happines Report, publicado hace pocos días, asegura que 8 de los 10 países más infelices del mundo son africanos: Togo, Benín, República Centroafricana, Sierra Leona, Burundi, Islas Comoras, Tanzania y Congo Brazzaville.
El estudio se hizo público en la sede de Naciones Unidas con motivo de la celebración, el pasado 2 de abril, del encuentro sobre Wellbeing y Happiness: Defining A New Economic Paradigm. La reunión responde a una Resolución de la Asamblea General de la ONU adoptada en julio de 2011. Esta fue aprobada bajo la iniciativa del reino de Bután y tiene como objetivo animar a los distintos gobiernos a promover la felicidad de sus ciudadanos.
La clave de todo esto parece pivotar sobre la afirmación de que la felicidad no tiene que depender de la economía y por eso se buscan fórmulas para medir este estado de ánimo más allá de los baremos monetarios.

Niño jugando con una cometa. Foto Vicente Baos.

El estudio asegura que los países más felices del mundo son los nórdicos: Dinamarca, Noruega, Finlandia y Holanda y que los más infelices, como hemos visto, están en África subsahariana. Para, a continuación, decir que la riqueza no tiene nada que ver con la felicidad.
El informe ha sido editado por tres prestigiosos estudiosos: John Helliwell, de la Universidad de British Columbia, Richard Layard, cofundador de Action for Happiness, y el profesor de económicas Jeffrey Sach.

Niños bailando en la región de Turkana, Kenia. Foto Dai Kurokawa/EFE vía 20minutos

Algunas de las conclusiones del informe son:

  • Que no solo la riqueza nos hace felices, también cuentan la libertad política, la existencia de una estructura social fuerte y la ausencia de corrupción, entre otros factores.
  • A nivel individual, el poseer una buena salud mental y física, tener un trabajo y ser parte de una familia estable son elementos esenciales.
  • El paro es una de las principales causas de infelicidad.
  • El crecimiento económico de un país no determina la felicidad de sus habitantes.
  • En los países desarrollados las mujeres tienden a ser más felices que los hombres, mientras que en los más pobres no está tan claro.
  • Las personas de mediana edad tiende a ser más infelices.
La falta de verdadera libertad política, la corrupción, la ausencia de servicios públicos de salud, la carencia de una red de salud mental, las altas tasas de paro (sobre todo juvenil que en algunos países llega al 80%), el gran índice de analfabetismo…, pueden ser factores que expliquen por qué los países más infelices del mundo se encuentran en África subsahariana.

Niños en la RDC. Foto The Forbiden Meat.

Sin embargo, de la lectura del texto surgen algunas dudas. Por ejemplo, si los países más felices son los más ricos y los más infelices los más pobres, entonces algo tendrá que ver la economía, la distribución de la riqueza…, en todo esto. Para que un país sea más feliz debe acercarse al pleno empleo o dar buenos servicios sociales a sus ciudadanos y eso depende mucho de la riqueza del estado, creo yo.
Otra cosa que no me cuadra de este estudio es que si la economía no tiene tanta influencia en la felicidad de las personas por qué la conferencia a la que el informe sirve de apoyo se basa en buscar un nuevo paradigma económico que será presentado en la Cumbre de Río+20 que, organizada por Naciones Unidas, se celebrará el próximo mes de junio para hablar sobre desarrollo sostenible. Así podríamos seguir, pero tampoco viene al caso.
Parece que de los distintos elementos señalados por los expertos, lo único que les quedaría a los africanos es la familia. Pero también hay mucho mito sobre este tema. La famosa familia amplia africana, que se alaba como modelo de solidaridad y apoyo, en bastantes ocasiones se convierte en una carga para el individuo que ha conseguido un trabajo y en uno de los principales elementos por el que muchas personas no pueden progresar económicamente en sus vidas.

Niñas en una escuela de Sudáfrica. Foto Microsoft.

Posiblemente, el aspecto positivo de este informe es que pone de manifiesto que los gobernantes deben prestar más atención a políticas que primen la felicidad de los ciudadanos junto con la reducción de la pobreza. También refuerza lo que desde hace algún tiempo algunos economistas y sociólogos vienen señalando: que el Producto Interior Bruto (PIB) de los países no refleja en su totalidad la situación económica y social de los ciudadanos y que por eso hay que buscar nuevos instrumentos de medición.
Se podría recurrir al de Felicidad Interior Bruta (FIB), aquel indicador propuesto por Jigme Singye Wangchuck, en 1972, cuando era rey de Bután. Esto es algo que subyace constantemente en el informe.

Jóvenes moliendo cacahuetes. Foto Fundación Carolina.

Sea como sea, la realidad es que de los 156 países de los que habla el estudio el más feliz del continente africano parece ser Islas Mauricio que aparecen en el puesto 64 de la lista. El siguiente, en el puesto 71, es Argelia. Son los dos únicos que están por encima de la mitad del elenco. Grandes países como Sudáfrica (96) y Nigeria (100) o los representantes del milagro económico africano Ghana (108) o Angola (135), están mucho más abajo. Y, para terminar con las estadísticas, de los 52 países más infelices del mundo, 34 son africanos.
Para los curiosos, España ocupa el puesto 22, por encima de Alemania, que está en el 30, a pesar de tener mucho menos paro y mejores servicios sociales que nosotros.
Aquí va la lista de los distintos países africanos estudiados (no están todos) y el lugar que ocupan, según el informe, para que cada uno saque sus propias consecuencias:
64 Islas Mauricio 71 Argelia 81 Libia 87 Túnez 90 Sudáfrica 95 Yibuti 97 Namibia 100 Nigeria 101 Egipto 105 Marruecos 108 Ghana 109 Zambia 110 Mozambique 111 Somaliland 113 Mauritania 114 Malaui 117 Botsuana 124 Sudán 125 Senegal 126 Camerún 128 Uganda 129 Madagascar 132 Ruanda 133 Costa de Marfil 134 Kenia 135 Angola
136 Guinea 137 Níger 139 Etiopía 140 Liberia 141 República Democrática del Congo 142 Zimbabue 143 Malí 144 Burkina Faso 145 Chad 148 Congo Brazzaville 149 Tanzania 151 Islas Comoras 152 Burundi 153 Sierra Leona 154 República Centroafricana 155 Benin 156 Togo

viernes, 13 de abril de 2012

¿Qué es la muerte? (Canal UNED)


Nuestra próxima entrega UNED se aproxima al misterioso, controvertido y siempre presente fenómeno de la Muerte, desde una perspectiva histórica, antropológica y social, tomando en consideración las distintas interpretaciones que, sobre la muerte, han hecho las distintas culturas del planeta.

¿Se empleaba en Roma algo semejante a los pasaportes? (Radio UNED)



SINOPSIS:
Los pasaportes romanos eran otorgados a los militares recién licenciados. Lo más "moderno" de este tipo de documentación, es que estaba perfectamente cotejado con otro documento oficial que se custodiaba en los archivos oficiales de la capital.

PARTICIPANTES:
Francisco Javier Andreu Pintado, profesor de Historia Antigua (UNED)

miércoles, 11 de abril de 2012

El efecto boomerang de los mensajes para eliminar prejuicios

En ocasiones los publicistas crean anuncios y campañas de marketing con las mejores intenciones del mundo pero… los resultados son desastrosos. En el pasado ya había hecho referencia, por ejemplo, a que los mensajes terroríficos sobre los riesgos de fumar realmente provocan el efecto contrario ya que las personas no se logran identificar con las imágenes espeluznantes que se muestran en las cajetillas de cigarros. Por ende, borran inmediatamente esta imagen de su memoria.
Ahora un nuevo estudio desarrollado en la Universidad de Toronto se mueve en esta misma longitud de onda para afirmar que los mensajes que urgen a las personas a abandonar sus prejuicios realmente podrían desatar un efecto boomerang.
Los investigadores llevaron a cabo dos experimentos con el objetivo de evaluar la eficacia de dos tipos de intervenciones de carácter motivacional. En uno de ellos simplemente se les decía a las personas qué debían hacer y en el otro se les explicaba por qué vivir sin prejuicios nos permite disfrutar mucho más de las experiencias del mundo y nos convierte en personas más valiosas.
En el primer experimento los investigadores le asignaron al azar dos documentos a leer a los participantes con un contenido que promovía la autonomía y otro que incitaba al control. En ambos documentos se abordaba una nueva iniciativa para reducir los prejuicios en la población. Al tercer grupo se les brindaron algunas instrucciones para que redujeran sus prejuicios.
Paradójicamente, los resultados mostraron que a quienes se les incitaba a abandonar sus prejuicios (es decir, aquellos que leyeron el documento donde se apostaba por el control); se mostraban mucho más prejuiciados que antes. En general, quienes mostraron una verdadera reducción en sus actitudes prejuiciados fue el tercer grupo.
Los autores del estudio sugieren que cuando los mensajes son demasiado incitantes, las personas sienten que pierden la libertad de elegir, se sienten coartadas y esto a su vez, hace que aumente la hostilidad hacia el grupo hacia el cual se muestra el prejuicio ya que se comprende que estos son los culpables de esta restricción de los derechos personales. Y es que, obviamente, a nadie le gusta sentirse presionado porque respondemos con un comportamiento mucho más agresivo. Desgraciadamente, muchas de las campañas que se realizan en la actualidad para intentar eliminar las prejuicios siguen esta línea de pensamiento.
No obstante, la buena noticia es que si le brindamos a las personas técnicas sencillas que les permitan reducir los prejuicios en su vida cotidiana y además les damos cierta autonomía para implementarlas, la campaña tendrá mayor éxito.

Fuente:
  • Legault, L.; Gutsell, J. & Inzlicht, M. (2011) Ironic Effects of Anti-Prejudice Messages: How Motivational Interventions Can Reduce (but also increase) Prejudice. Psychological Science.

Escrito por Jennifer en su blog: Rincón de la Psicología.

miércoles, 4 de abril de 2012

La mediación: Un instrumento de conciliación (Canal UNED)


A lo largo de la historia, así como en todas las culturas y formas de organización social se ha evidenciado la presencia del conflicto como una manifestación comportamental constitutiva de nuestra especie. De las múltiples formas de resolución que pueden alcanzar estos conflictos, la mediación se ha convertido en una alternativa válida y fiable que no solo alivia las dificultades de funcionamiento de los tribunales sino que aporta una más que interesante forma consensual de
pacificación social. En este programa nos centraremos en la mediación en el ámbito familiar.

Participan:
  • Mª Esther Souto Galván, Profesora de la Facultad de Derecho de la UNED;
  • José Luis Utrera, Magistrado; Mª Ángeles Peña Yánez, Mediadora Familiar.


martes, 3 de abril de 2012

Colección de folletos divulgativos sobre diabetes en 9 idiomas (SALUD INMIGRANTES)

Colección de 16 folletos que contienen información sobre la diabetes en 10 idiomas.
Idiomas: español, inglés, alemán, árabe, chino, francés, rumano, ruso, tagalo, urdu.
Formato: PDF
Acceso y descargas: Red de Estudios de la Diabetes en Atención Primaria (REDGDS)

Notas:

Los folletos tratan los siguientes temas:

  • Conceptos generales sobre la diabetes
  • Diagnóstico de la diabetes
  • Diabetes: complicaciones agudas, hipoglucemias
  • Diabetes: otras complicaciones agudas
  • Complicaciones crónicas de la diabetes
  • Cómo evitar las complicaciones de la diabetes tipo 2
  • Hipertensión y colesterol en la diabetes
  • Cuidado de los pies
  • Consejos sobre el ejercicio físico
  • Alimentación y diabetes
  • Fármacos orales
  • Insulina
  • Fiestas y celebraciones
  • Los días de la enfermedad
  • Los viajes y la diabetes
  • Tópicos erróneos en la diabetes

Recursos relacionados:

Tomado de Salud Inmigrantes. Recomendamos mucho que lo difundáis porque es un gran proyecto que puede solucionar muchos de los problemas que os puedan surgir en este ámbito tan específico de la mediación.

Los juzgados de Valencia prestaran un servicio gratuito de mediación familiar

Los juzgados de Valencia dispondrán a partir del día 3 de abril de un servicio gratuito de mediación para asuntos civiles y de familia. Todos los juzgados del orden civil y de familia podrán derivar a este servicio aquellos asuntos que el juez perciba, por su entidad y por la voluntad de las partes, que son susceptibles de resolverse a través de la mediación.

Este nuevo itinerario de resolución de conflictos que han llegado a los juzgados es fruto del convenio suscrito recientemente entre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Colegio de Abogados de Valencia (ICAV), posible al amparo de la nueva Ley de Mediación. En la redacción de dicho convenio participó la Fiscalía Provincial de Valencia, cuyas propuestas fueron recogidas en la elaboración del texto que ahora sirve de guía y referencia para la mediación intrajudicial que estrenan los juzgados de la ciudad de Valencia.

La mediación intrajudicial supone una posibilidad cierta, siempre con la voluntad de las partes, de lograr superar un conflicto en menos tiempo y con la seguridad de la tutela judicial.