Articulo publicado en: El Economista.es
El recurso a la mediación obligatoria como mecanismo preferente de resolución de conflictos entre fabricantes de vehículos y distribuidores ha acabado por descafeinar el Código de Buenas Prácticas Comerciales, firmado el pasado viernes en el Ministerio de Industria por las cuatro patronales del sector afectadas, después de semanas de arduas negociaciones técnicas.
Anfac (fabricantes), Aniacam (importadores), Faconauto (distribuidores) y Ganvam (vendedores) ratificaron los tres capítulos de que consta el citado código, a excepción del punto relacionado con la mediación obligatoria, propuesto por las dos primeras asociaciones y rechazado por las dos segundas, partidarias de incluir en el texto la figura del arbitraje obligatorio.
Bajo el paraguas de la mediación, que podrá aplicarse un periodo máximo de dos meses, recaen aspectos relacionados con las obligaciones de suministro, el establecimiento de los objetivos de ventas, las condiciones para la venta de diferentes marcas, los requisitos en materia de existencias y la obligación de proporcionar o utilizar vehículos de demostración.
El presidente de Aniacam, Germán López Madrid, precisó ayer que el arbitraje obligatorio es una práctica prohibida por el Tribunal Supremo en una sentencia dictada en 1981, y recordó que en caso de que la mediación no resuelva el conflicto surgido, las partes podrán recurrir al arbitraje ordinario o bien a los tribunales de justicia.
Dada la negativa de Faconauto y Ganvam a ratificar este punto, Anfac y Aniacam anunciaron que celebrarán reuniones de carácter individual con las principales redes de distribución para explicarles en detalle el contenido del código, que ahora deberá pasar el filtro no vinculante de la Comisión Nacional de Competencia (CNC).
Faconauto salió al paso de esta iniciativa y avanzó que denunciará a la CEOE y Cepyme las posibles presiones e injerencias que puedan sufrir las asociaciones federadas y las pymes asociadas. La patronal de los distribuidores recordó que en la asamblea general celebrada en marzo pasado fue mandatada por todas las marcas fabricantes, incluso por Citroën, que no forma parte de Faconauto, para defender sus intereses en la negociación del Código de Buenas Prácticas Comerciales.
El presidente de la Comisión de Asuntos Comerciales de Anfac, Rafael Prieto, manifestó que el nuevo código es "moderno y eficaz", y situará a España en la vanguardia de la distribución europea. Igualmente, se mostró partidario de que siga siendo válido después de la entrada en vigor de la Ley de Distribución Comercial, cuyo anteproyecto ha recibido recientemente el visto bueno del Consejo de Ministros.
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