Publicado en el blog de Francisco Alcaide Hernández
Muchas veces hemos hablado aquí sobre esta cuestión y hoy volvemos a hacerlo. Aunque vivimos en un mundo global en el que las diferencias tienden a estrecharse en muchos aspectos, cierto es que a la hora de hacer negocios y gestionar equipos esas diferencias culturales siguen estando muy presentes.
No es lo mismo dirigir una empresa sueca que una latina o anglosajona. Lo mismo ocurre a la hora de lanzar un producto: no es lo mismo hacerlo en un país árabe que en otro europeo.
El libro Riding The Waves of Culture: Understanding Diversity in Global Business, de Fons Trompenaars y Charles Hampden-Turner, es un referente en la materia, quizás el que mejor trata esta cuestión. También en español, sobre cuestiones comerciales, merece la pena Marketing Croscultural, de Ildefonso Grande (premio al mejor libro de marketing 2005) y también recientemente El líder transcultural, de Frank J. Brown. En mi próximo libro, del que daré cuenta en los próximos días aquí, trato también en uno de los capítulos esta misma cuestión.
Obviar este tema es garantizar el fracaso. A Inditex le ocurrió. Tuvo que retirar con rapidez de sus tiendas Bershka toda la ropa de la nueva temporada 2006 donde aparecía una mezquita en la etiqueta que molestó mucho a sus clientes en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) (ver noticia). Pequeños detalles que pueden herir sensibilidades.
Tengo la suerte de tratar con cierta frecuencia con british people (alguno de ellos incluso con doble nacionalidad, española y británica, lo que les pone en una situación privilegiada para saber en cada momento qué pasa) y hemos comentado muchas veces cómo son y afectan estas diferencias culturales tanto en nuestro ámbito personal como profesional.
Y todo esto lo cuento hoy porque precisamente uno de estos "colegas" me hacía llegar el siguiente esquema gráfico. Refleja a la perfección (creo), lo que es la cultura británica en muchos aspectos. Quienes vean imágenes del Parlamento británico o a políticos enzarzados en discusiones lo comprenderán. Una cosa es lo que dicen, otra lo que piensan y otra lo que nosotros creemos que dicen. En España somos más directos, o más bruscos o incluso agresivos, dicen muchos latinoamericanos e incluso británicos, como si estuviésemos enfadados. En definitiva, culturas.
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