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jueves, 7 de abril de 2011

Diversidad, Idiomas, Acentos

Articulo publicado en el blog Diversidad Corporativa:
Uxío Malvido:
Licenciado en Psicología del Trabajo 
(también en Químicas, aunque nunca he ejercido) 
por la Universidad de Santiago de Compostela.

La situación del mercado laboral en España, con esas tasas enloquecidas de paro, genera mucho interés hacia la movilidad geográfica. Trasladarse a trabajar dentro de la Unión Europea es fácil: no hay papeleos de por medio y el European Job Mobility Portal contiene toda la información necesaria, tanto del mercado laboral en cada país, como de aspectos prácticos como el alojamiento, los impuestos o el sistema sanitario. Sin duda, es una situación envidiable, si se compara con la de cualquier otra región del mundo. La verdadera dificultad es tener un mínimo dominio del idioma local para plantearte el traslado a otro país de Europa. 
Se estima que hacen falta 600 horas para aprender un idioma y ser competente a nivel profesional. Vivir fuera es la mejor forma de acelerar ese proceso sobre todo si ya partes de un nivel básico o intermedio. La experiencia en el extranjero tiene muchas otras ventajas y una de las más importantes es que ayuda a potenciar la creatividad, un bien altamente valorado en la actualidad por las empresas como generador de innovación. Esa mejora de la creatividad tiene mucho que ver con la apertura y adaptación a nuevos patrones culturales y de comportamiento y muestra una correlación fuerte con el aprendizaje del idioma, así que no vale con ser un ”expatriado paracaidista” aislado de la realidad local.
El reverso oscuro de los beneficios de vivir en el extranjero es que no es tan sencillo tener una CARRERA, y no simplemente un trabajo. Hay toda una literatura de investigación sobre la correlación entre acento extranjero y estereotipos. Así por ejemplo se ha demostrado cómo afecta a la calidad del servicio percibido en los call center: un mismo nivel de respuesta es percibido mejor o peor en función del acento de la persona que atiende la llamada. Y no todo es una cuestión de prejuicios por asociación entre acento y origen cultural o étnico. Además hay efectos cognitivos: nos cuesta más esfuerzo entender a una persona extranjera y esa dificultad añadida se traduce en una pérdida de confianza en el interlocutor (dudamos de la exactitud de su mensaje) y por lo tanto en su competencia profesional percibida. 
Tener que desenvolverte profesionalmente en otro idioma merma sin duda tus capacidades profesionales. Eso lo sabe cualquiera que por motivos de trabajo tenga que utilizar el inglés. Pierdes soltura, rapidez, precisión… Pareces más torpe, en definitiva. Y en situaciones profesionales que tenga carga emocional, como una negociación, una discusión sobre un tema controvertido o simplemente una situación de estrés, las limitaciones son aún más manifiestas. 
Con o sin experiencia directa en el extranjero, cada vez más nuestras carreras profesionales requerirán interacciones en otro idioma, en particular en inglés. Es un efecto inevitable de la internacionalización de todas las empresas. Por ello, la gestión de entornos de trabajo multilingues es un componente inevitable de la diversidad multicultural. Y sin embargo, poca atención le prestamos todavía.

viernes, 7 de enero de 2011

Hablar con acento extranjero nos hace menos creibles

Aprender varios idiomas puede ser una gran ventaja, entre otras cosas porque nos permite comunicarnos con personas de culturas muy diversas y porque nos facilita el acceso a una inmensa cantidad de información. Sin embargo, todos los efectos de hablar un idioma extranjero no son positivos; de hecho investigadores de la Universidad de Chicago afirman que las personas que hablan con un acento extranjero son percibidas como menos creíbles.
Pero asombrosamente este efecto de pérdida de la credibilidad no se debe a simples estereotipos sociales sino que sienta sus bases en el efecto de la fluidez. Según el efecto de la fluidez, la mayoría de las personas tienen la tendencia a pensar que mientras más fácilmente se procese y se haga llegar un mensaje, éste será más verdadero. Una generalización totalmente errónea pero que en ocasiones determina nuestras creencias desde lo más profundo del inconsciente.
Para demostrar este fenómeno los investigadores reclutaron 9 personas que debían pronunciar frases triviales del tipo: “Una girafa puede sobrevivir sin agua por más tiempo que un camello”. Tres de estas personas eran nativos de los EUA por lo que no poseían ningún acento particularmente diferenciable; otros tres tenían un leve acento extranjero originario de Polonia, Turquía y Alemania y otros tres poseían un fuerte acento proveniente de Corea, Turquía e Italia.
Posteriormente un total de 28 estudiantes debían evaluar la veracidad de los hechos que exponían estas nueve personas. Por supuesto, a cada participante se les hizo creer que el estudio se trataba de evaluar la intuición en la valoración de los hechos, de forma que no estuviesen particularmente atentos al acento y se dejó bien claro que cada información leída había sido proveída por los propios investigadores de forma que las nueve personas simplemente actuaban como lectores.
Al finalizar el experimento se apreció que, en una escala del 0 al 14, siendo el 14 la expresión de la verdad absoluta; los estudiantes consideraban los hechos leídos por sus coterráneos como más creíbles. Hablando en términos estadísticos, los lectores que no poseían ningún acento lograron un índice de 7.59 en credibilidad mientras que aquellos que tenían un acento leve obtuvieron un índice de 6.95 mientras que los lectores con un fuerte acento extranjero alcanzaron un modesto 6.84. (Vale aclarar que en términos estadísticos estas variaciones son altamente significativas).
Al llegar a estos resultados los investigadores se preguntaron si el tiempo y la dificultad para procesar un acento extranjero podría interferir en los juicios. Para comprobar esta idea se replicó una vez más el experimento con 27 estudiantes pero en esta ocasión se les explicó el verdadero objetivo del estudio. En este caso, no se apreciaron diferencias significativas en la credibilidad.
Los investigadores afirman que una vez que concientizamos el efecto de la fluidez, el mismo deja de ejercer su influjo sobre nuestras creencias. No obstante, tampoco debe desdeñarse el hecho de que actitudes xenofóbicas puedan potenciar el efecto de la fluidez, restándole credibilidad a los acentos extranjeros que equivaldrían al cambio y a lo nuevo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Síndrome del acento extranjero


Se trata, más que nada de una curiosidad que no tiene una relación directa con el tema que tratamos en este blog que es el de la mediación intercultural. Lo que pasa es que nos sirve para introducir un tema que se desconoce bastante y que en gran medida esta por estudiar, que es el de la forma en la que el cerebro procesa los acentos y las modificaciones que se pueden tener cuando a lo largo de nuestro ciclo vital estamos expuestos a distintos acentos e idiomas.
Esta muy claro que el tema de los acentos y las formas de expresión lingüística son un tema fascinante y que se ven muy influidas en contextos interculturales. Es muy corriente que las personas que residen durante algunos años en un país con un idioma diferente al suyo experimenten una modificación del acento de su lengua nativa que es fácilmente detectable cuando regresan durante un tiempo o de forma definitiva a su lugar de origen. Este es un tema sobre el que procuraremos publicar algunas entradas en lo sucesivo.

El síndrome del acento extranjero es una enfermedad rara que generalmente se produce como un efecto secundario de una lesión cerebral grave, como un derrame o una lesión cerebral, aunque dos casos se han reportado como un problema de desarrollo. .Entre 1941 y 2009, se han registrado sesenta casos en paises de lengua inglesa. Sus síntomas son resultado de la distorsionada planificación de articulación y de los procesos de coordinación. Para el oído no entrenado, los que tienen el síndrome hablan su lengua materna con acento extranjero, por ejemplo, un hablante inglés nativo estadounidense puede sonar como si hablara con un acento sudoriental británico, o un hablante nativo británico podría hablar con acento neoyorquino. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Oxford han descubierto que ciertas partes específicas del cerebro resultaron lesionadas en algunos casos del síndrome de acento extranjero.